La normativa en materia de movilidad facilitará el uso de las calles del pueblo a los peatones. | A. BASSA
En 2007 Sant Llorenç fue pionero en la implantación de un programa de recogida selectiva y en 2010 llegó el sistema puerta a puerta. Los objetivos en ese sentido son mejorar los porcentajes de materiales y seguir optimizando y ampliando el servicio.
En particular, la implementación de la recogida selectiva en los grandes productores ha sido un éxito remarcable del municipio, con una gran participación e implicación. Los resultados, por ejemplo en hoteles, no hacen más que mejorar, gracias a las bonificaciones que se aplican a los más implicados en el sistema.
En la gestión del cambio climático se promueve la utilización de energías renovables y el cambio de la iluminación pública por LED. El plan europeo Life+ permitirá además adaptar la playa urbana de Cala Millor a los impactos de la emergencia climática para minimizarlos y monitorizar sus consecuencias.
La aplicación del tratamiento terciario en la depuradora de aguas y la habilitación de un sistema de riego específico en las zonas ajardinadas del municipio ha contribuido muy especialmente al ahorro de este recurso. Se proyecta también extender este sistema a los riegos agrícolas para que el ahorro alcanzado pueda ser aún mayor.
También en 2022, Sant Llorenç ha aprobado su nueva normativa de movilidad, que contempla la creación de espacios más seguros para los peatones. Se han modificado direcciones para racionalizar la circulación y se han creado zonas de tráfico restringido para reducir el número de coches.
Jaume Bassa Burgdorf, regidor de Medi Ambient: «Entre vecinos y sectores como el hotelero aumenta cada vez más la concienciación sobre estos temas»
El regidor de Medi Ambient, Jaume Bassa, explica que «hay dos principales áreas de trabajo en el departamento: la gestión de residuos y la mitigación del cambio climático. El medio ambiente, como municipio turístico, es una de las prioridades y dedicamos un amplio presupuesto al área». El futuro pasa por «la reducción de residuos y, sobre todo, de la huella de carbono. Por suerte, tanto entre los vecinos como en el importante sector hotelero, aumenta cada vez más la concienciación».
